Ahora empieza la aventura

Bueno, pues hasta aquí han llegado las peripecias suecas. Espero que, como yo, hayáis disfrutado de este año y medio y hayáis aprendido algo más de la cultura sueca.

Tengo dos abuelas, y a las dos les quiero mucho. Una de ellas es la que me ha insistido (varias veces) en que ponga de algún modo un punto y final al blog. Me pareció bien; y, como ahora está de moda empezar escribir un blog, he pensado que no estaría de más ser un poco diferente y ser el primero que lo acabe. Además uno siente que ha acabado algo, y es que dejar cosas inacabadas es seguir teniéndolas por ahí rondando sin saber muy bien qué hacer con ellas. Yo, como mínimo de palabra, prefiero redondear el trabajo poniéndole un punto final. Y, sobre todo, tengo que hacer caso a mi abuela.

Estaba buscando también una foto para redondear este comienzo nuevo, que es una continuación. Me ha gustado esta. Y con esto acabo.calvin

Soy un nØllan

Ahora que ya parecía todo dispuesto para empezar la universidad, resulta que aún queda una última prueba por delante: el nØllning.

Entremos en escena: dos semanas antes del comienzo oficial de la universidad, los fadders o alumnos de cursos superiores han preparado unas actividades para los que este año empiezan sus estudios. Cinco años de estudios; en los que se pasa de estar en primero (ettan) a segundo (tvåan) y así sucesivamente (trean, fyran, femman). Pero antes de ser ni siquiera un ettan, los nuevos alumnos deben ser instruidos y educados; puesto que los nuevos alumnos no son nada, no saben nada, no pueden nada: son unos inútiles nØllan.

El nØllan, especie de increíblemente baja capacidad intelectual, acaba de salir del bachillerato (gymnasiet) y no está nada preparado para lo que le espera. Por eso, los amables fadders van a introducir al nØllan a la universidad. Los fadders van vestidos con unos monos de mecánico. Cada sección (lo que sería una facultad), tiene un color distinto: los de Electrónicas van de azul; los de Informática, de rosa; los de Aeronáutica, de negro… y los de Física, de naranja. Técnicamente este mono se llama Overall, y suele estar ‘adornado’ con muchos parches, que se compran en las distintas fiestas o cenas que se organizan durante el año.

Pero, básicamente, ¿qué quiere decir ser un nØllan? Pues que te pasas dos semanas cantando canciones de niños pequeños y jugando a juegos absurdos para ir conociendo a la gente del curso. Es un mjukstart, un comienzo ‘blando’. Pero sobre todo es que todos los de cursos superiores te miran un poco por encima del hombro y se pasan todo el día haciendo bromas del tipo: ‘¡Vamos al aula E36! Ah, no, que el nØllan solo sabe contar hasta 0…’

También te dan una especie de insignia o cosa con tu nombre escrito en ella (de hecho, en sueco le llaman kåsa, que se pronuncia cosa) que te identifica como nØllan. Debes llevarla encima durante las dos semanas, en parte para saber a qué grupo perteneces y en parte para que te dejen entrar en las aulas de la universidad, etc.

En el fondo tampoco está tan mal (de hecho uno se lo pasa bien), conoces a mucha gente y te ríes un rato. Sin embargo, después de dos semanas de juegos y canciones y demás ya le entran las ganas a uno de empezar con la materia de verdad. Pero hay que seguir todas estas tradiciones del nØllning, que se llevan haciendo desde hace muchos años. La cosa es que estas semanas ya han pasado y… ¡ahora empieza de verdad! También retomo un poco la actividad en el blog, así que todo son comienzos por estas fechas. ¡A ver qué tal va!

parche

6 de junio, ¿fiesta Nacional?

Esta semana ha sido la fiesta Nacional de Suecia, el día 6/6. Es una fiesta con muy poco fundamento y relativamente nueva, que aún no ha ‘calado’ demasiado en la sociedad sueca. Más bien se podría decir que es una fiesta por ósmosis.

Suecia nunca había tenido una fiesta Nacional. Aunque ya desde 1916 era un ‘día de bandera’ o Svenska flaggans dag, el 6 de junio se proclamó fiesta Nacional en 1983, y no fue festivo hasta 2005. De hecho, puesto que se pensaba que ya había demasiados días festivos durante el año, se quitó el lunes de Pascua para hacer hueco al 6 de junio. Además, no está muy claro cuál es el acontecimiento histórico en el que se basa esta fiesta. En Noruega y Dinamarca, en cambio, es un día muy importante pues es la fecha de su independencia. Pero, ¿en Suecia? ¿La elección de Gustav Vasa como rey en 1523? ¿El cambio de régimen en 1809 hacia la democracia? Tendré que preguntar a algún experto, pero lo que parece es que la fiesta fue proclamada para apuntarse a la celebración noruego-danesa.

Tampoco hay ninguna celebración tradicional, ni un discurso del rey, ni una cabalgata, ni un concurso de vikingos, nada. Al parecer el gobierno está promoviendo algún concierto o algo así para ir creando una tradición y poco a poco aumentar el prestigio y el reconocimiento de esta fiesta en la sociedad. Este año se inauguró un nuevo escenario en Skansen el mismo día, pero eso no se puede hacer cada año… Quizás le ha quitado protagonismo la boda de la Prinsessa, un evento mucho más sueco… Pero bueno, poco a poco la propuesta va haciendo mella y metiéndose en la cultura casi sin permiso.

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Por mi parte, la celebración barbacoa-fútbol estuvo bastante bien. Eso sí que se puede convertir en una tradición, agradable para todos y  muy adecuada a la llegada del verano. Un día soleado, en el jardín, unas salchichas, carne, helado… Si hiciese este tiempo durante todo el año, ¡Suecia sería el paraíso!

Dos Competiciones

Dos competiciones. Dos Competiciones. Las dos han tenido lugar en Suecia este fin de semana, y las dos igual de ‘importantes’. Las dos totalmente opuestas pero que atraen a la misma gente. Las dos plasman dos de los mayores intereses de la sociedad sueca: música y deporte. Estamos hablando de Eurovisión y el mundial de Hockey sobre hielo.

Eurovisión es uno de los eventos más importantes en el calendario sueco. Sobre todo si, como este año, se celebra en Suecia (en este caso, Malmö, muy cerca de Dinamarca, al sur de Suecia). Y puesto que en el fútbol los suecos no tienen mucho que ganar, el hockey es otro evento importante. También ha tenido lugar en Suecia; concretamente en Estocolmo, en el Ericsson Globe. En lo que se refiere a Eurovisión debo reconocer que estoy bastante impresionado. Viendo el poco interés que suscita en los españoles, ha sido mayor mi sorpresa al constatar la enorme atención que le dedican los suecos. El evento se prepara ya desde Febrero (más o menos) con el Melodifestivalen, un ‘Eurovisión local’. Es inmensa la cantidad de suecos que siguen este programa, que se televisa cada sábado o cada dos. Luego no me extraña que gran parte de las canciones que los países presentan a Eurovisión sean de compositores suecos. Si es que tenemos experiencia en esto, aunque este año no nos haya ido muy bien… Lo más sorprendente es que tanto hombres como mujeres de todas las edades siguen el concurso; y hasta los que niegan rotundamente seguirlo se sientan un rato a ver el espectáculo.

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A pesar de todo, en Hockey la cosa ha ido bastante mejor. Hemos estado siguiendo a la selección sueca desde los cuartos de final, que fueron contra Canadá. Fue un partido muy intenso: hubo tiempo añadido y penaltis, que son bastante impresionantes (bueno, como mínimo si es la primera vez que los ves). La semifinal, contra Finlandia, se resolvió con un 3-1 y la final contra Suiza con un contundente 5-1. Hay que reconocer que el Hockey es un deporte muy entretenido, al menos cuando lo ves por la tele. Los mismos jugadores que patinan como si hubiesen nacido para ello se dedican a empujarse mutuamente con todas sus fuerzas contra la valla protectora. Un poco bestia pero muy entretenido, muy… deporte.

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Y estas dos competiciones son las que han salido en todas las portadas y han ocupado a los suecos este fin de semana. Un poco más de inmersión en esta cultura nórdica, aunque para el pleno tocaría probar el Hockey… el invierno que viene.

Un poco de primavera

Ha sido increíble el cambio que ha habido en Estocolmo estas últimas tres semanas. A principios de abril estaba todo gris, con barro, los árboles desnudos, la temperatura aún fría… Y en tres semanas ya está todo verde, con flores por todas partes. Los más atrevidos empiezan ya a llevar pantalones cortos, otros se tumban en el césped a tomar el sol sin camiseta, pero lo que está claro es que Suecia es otra cosa. Rondamos ya los 20 grados y llevamos una racha de sol de unas dos semanas y media. Curiosamente, crecen flores y césped hasta en los lugares más inesperados. Incluso parece como si estuviese preparado: una semana todas las flores son blancas, a la siguiente reinan las azules que un poco después se ven desbancadas por las amarillas. ¡Tengo un poco de curiosidad por saber cuál será el siguiente color! Hoy mismo he hecho una foto en un camino por donde la gente suele ir a correr. En invierno también hice la misma foto, y me interesaba ver cuán grande es el cambio. Aquí están:

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También he hecho un par de fotos a Kunsträdgården. Es una plaza, más bien un paseo, donde suelen haber eventos de todo tipo: una pequeña exposición de coches, una feria vikinga, una celebración del día nacional de Irán… En Invierno también hay un mercadillo de cosas típicas. Ahora, en primavera, todo se llena de gente que se sienta alrededor de la gran fuente o que pasea por debajo de los almendros. Hay algunos bares con muchas mesas para sentarse y tomar algo donde incluso se puede comer o cenar. Donde en invierno había una pista de patinaje sobre hielo hay ahora una gran alfombra de césped artificial. Cada estación tiene su qué…

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En el fondo ha sido una transición ‘pacífica’ o imprevista. Las horas de sola ya se han alargado desde las 5:00 hasta las 22:00 y todos están mucho más alegres. ¡Bienvenida sea la primavera!

Unas pruebas fotográficas

La mente está un poco en blanco después de casi dos meses sin escribir. De hecho, si hubiese esperado un día más serían dos meses exactos. ¿Qué ha pasado en estos dos meses de hibernación? Ha pasado el tiempo.

Como estamos en primavera habría que hablar del sol, las lluvias, las flores, el campo, el buen tiempo, la brisa, la naturaleza… Os hacéis una idea: los días han vuelto a durar lo debido, volvemos a estar a 10 grados (bien!), ya se puede jugar a fútbol en los campos descongelados, la nieve ya solo se esconde en algunas de las más remotas sombras del bosque, los pajarillos cantan, las nubes se levantan y cae un chaparrón. Se cumple aquí en el Norte lo de ‘En abril, aguas mil’. También crecen unas flores muy curiosas de varios colores. Sobretodo amarillas, azules y lilas. Crecen en cualquier rincón más o menos limpio con un par de dedos de tierra; como por ejemplo en las grietas de las rocas o en las cunetas de las carreteras. Parece como si alguien se hubiese molestado en ir de aquí para allá plantando florecillas por toda la ciudad.

PsicodélicaAlienLa de verdad

Que haya pasado el tiempo significa que ya queda menos para el día-D. El día D-ecisivo, D-eterminante, D-emencial… Espero que ante todo sea un buen día. Me he apuntado al examen de sueco TISUS. Es complicado, pues al mismo tiempo que eres consciente de la importancia del examen, no quieres preocuparte demasiado y ponerte nervioso. Ahí está la cuestión: preocuparse sin preocuparse. O, dicho de otra manera, ser consciente de la importancia de modo que sientas la presión que te lleve a prepararte bien pero sin dejar que esa misma presión te ahogue. Dramático, ¿no? Si fuese verdad… estoy exagerando a propósito. Lo cual no quiere decir que… mejor dejar de complicarse y seguir estudiando.

Bueno! Hay que mantener el ritmo, que hay gente a quien le gusta lo que escribo y es un buen ejercicio. Prometo esforzarme para reducir el tiempo entre entrada y entrada, y espero que dentro de un par de meses pueda escribir sobre lo bien que me fue el examen… Ya veremos. Quien no arriesga, no gana. Ahora sí, con cabeza.

Y vuelve el sol

solDespués de un invierno largo, puedo decir prematuramente que el sol está volviendo. Prematuramente, porque probablemente no vuelva completamente hasta dentro de un mes y medio; pero al mismo tiempo hemos llegado a ese punto clave. Ese punto en el que ya el verano atrae magnéticamente y los pensamientos vuelan dirigiéndose al calor, las comidas en el exterior, las excursiones, los planes, o el volver de la universidad sabiendo que al día aún le queda mucha fuerza.

Es un periodo en el que, aun estando en invierno, cogemos un poco de optimismo y es como si ya hubiésemos salido. Ahora los días nunca serán tan cortos (o tan largos) ni la espera tan larga. Que el invierno tiene sus cosas buenas, no lo niego; ahora, el verano… Es curioso: estoy ahora mismo hablando de sol, calor y alegría cuando miro por la ventana y la única luz que hay es la de la farola de la calle. La nieve está, presente, pero parece que ha perdido la batalla. Ya no parece decir ‘Aquí estoy para quedarme’, sino más bien está aguantando duramente la subida de temperaturas. Que estamos a -4, pero subiendo.

También puede parecer que ha pasado todo muy rápido. Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que he ido a esquiar o a patinar durante este invierno; y al mismo tiempo da la impresión de que ha sido un invierno muy largo. Habrá que intentar evitar pensar ya en el calor. Al fin y al cabo, realmente queda aún un buen ratito hasta Junio. Y ya se sabe que estar muy en las nubes no es bueno para el presente. Si pensamos mucho a largo plazo y dejamos de lado el medio y el corto, pasará el tiempo sin avanzar nosotros. Ahí está el truco: saber compaginar y diferenciar entre prioridades.

Me pasaron hace poco un buen documento: cómo aprender a organizarse. Deja muy clara la diferencia entre urgencia e importancia, y demuestra que (con un poco de cintura, claro está) si uno sabe priorizar correctamente se llega a todo. Para aquellos que se ahogan, es un alivio. Y para aquellos que no se mueven, también. Si es que empezamos hablando del sol y acabamos hablando de cómo aprovechar el tiempo. Pero es precisamente eso, el tiempo, lo que los suecos quieren del sol: que se quede. Y, después de pasar un invierno aquí, uno empieza a comprender por qué a la mínima se llenan los parques y los bancos de gente ávida de sol. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Habrá que acostumbrarse a perderlo y recuperarlo cada año. Pedaleando un poco más, du är ute och cyklar, dicen los suecos probablemente con otro significado, lo del sol es un amor no correspondido.

El sol, egoísta, se traga en su vanidad todos los mimos y afectos que le tienen los pobres suecos, se esconde de ellos, les olvida, les tortura… desgarra con su ausencia sus corazones, marca sin marcar su piel blanca, acrecienta en ellos la atracción a sí, y, cuando por fin se digna a mostrar su rostro… se va y les deja con la miel en los labios. No tiene corazón, el sol. Pero bueno, al fin y al cabo, está volviendo, y eso es lo que todos queremos ahora mismo.

Neuronas vs. Hormonas (0-1)

Algún conocido mío solía decir: «El frío es algo psicológico.» Claro está, que solía decirlo cuando alguien se quejaba de frío y él estaba calentito. Puede ser que a veces él también sintiese el frío, pero al tener una voluntad un poco más recia, no se doblaba psicológicamente ante él. Es decir, que es cierto que la mente puede influir en el cuerpo (lo que por ahí se llama, si no me equivoco, psicosomática; o, más vulgarmente, efecto ‘placebo’); o  como mínimo puede influir en el modo de sentirlo. Dicho esto, vamos al grano: por muy  fuerte y entrenada y voluntarista que sea la persona en cuestión, hay momentos en los que hace frío. Momentos en los que no valen ‘Pues yo estoy bien’ o ‘Si yo esto lo aguanto’ o machadas semejantes. Momentos en los que hasta los más puramente relativistas deben reconocer que sólo hay una manera de verlo: hace frío. Ayer fue uno de esos momentos.

Cuando te levantas por la mañana y el cristal de las ventanas está cubierto de una fina capa de vaho congelado. Cuando ves que brillan, movidas por el viento, las partículas heladas de vapor de agua. Cuando aspiras y el aire está tan frío que duele respirarlo. Cuando a la escarcha se le suma una manta cristal de hielo, las hojas y los árboles tienen una fina armadura transparente, cuando la carretera misma se ve de un color blanquecino, cuando ves una explanada blanca y no puedes discernir si son cultivos o un lago congelado, cuando, en fin, necesitas calzoncillos largos para salir a la calle; entonces, por mucho idiota que quiera hacerse el imbécil, hace un frío de narices.

frío

Y además lo dice el termómetro. -17. Si es que la próxima vez ya sabes lo que tienes que hacer para no coger un resfriado. Que el frío no te paralice el cerebro.

Una (posible) dolorosa pérdida

Voy a escribir dos entradas que, aunque están relacionadas con Suecia, no la toman como tema principal. Es sólo un pequeño respiro, para variar un poco de contenido, que así uno se mantiene fresco.

Fue hace un par de días, cuando comenté con un amigo una de las (sorprendentemente he recibido varias) felicitaciones de Navidad que me habían llegado. «Es curioso, me ha escrito una persona que tendrá unos treinta años, y me ha sorprendido mucho su caligrafía. Nunca había visto un escrito suyo, y la verdad es que tiene letra de quinceañero.» Así, como un comentario despreocupado, le conté mi sorpresa. Y él, ni corto ni perezoso, me soltó: «Sí, es que la gente se está olvidando de escribir.» Nos despedimos y me quedé pensando si realmente era cierto, si era posible que la escritura a mano estuviese empezando a ocupar un puesto relegado en nuestro día a día…

No quiero ser fatalista ni pesimista, ni decir que «Internet, Facebook, Twitter, etc. están acabando con cualquier-cosa-antigua-que-uno-quiera y van a acabar por escoja-una-catástrofe-social.» Pero debo reconocer que un poco sí que me he asustado. Pues, suponiendo que sea cierto, suponiendo que el teclado está acabando con los lápices, me ha aflorado un poco la nostalgia (un poco, eh, que no soy tan mayor).

caligrafía

En línea con el dilema de los libros y los e-book, no sé si sería un paso adelante o un cambio desastroso. Probablemente aún no lo haya pensado bastante, pero ciertamente veo el vaso medio vacío. Así como el lenguaje es un medio de expresión, creo que también lo es la caligrafía. Cierto que haya que pulirla y hacerla inteligible (toma palabra filosófica), pero uno no puede reconocer quién le escribe si el mensaje viene en la perfectamente espaciada y mundialmente conocida Times New Roman 14. Haciendo un poco de retrospección temporal (que alguien me corrija, por favor), y empezando con las míticas palabras: ¿Qué será de los chistes de las recetas médicas, los profesores con pánico a los márgenes mal hechos, la correcta presentación en una redacción escrita, el espaciado de las líneas, la sangría (automatizada en el «atontante» mundo de los ordenadores), el palito de la «t» que está demasiado arriba, y (más sensible aún) el rasgar del lápiz, los residuos propensos a caer misteriosamente al suelo de las gomas de borrar, los estuches (o lapiceros, vaya, creo que pongo demasiados paréntesis. Esto no lo haría en una redacción a mano.), los bolígrafos de colores… ?

Muchas cosas, ¿no? Pero por suerte nos salva la espontaneidad. La urgencia del momento, el escribir una idea, tomar unos apuntes, escribir una dirección, alguna cosa que no queremos olvidar… Bien, pero esto se queda demasiado corto. Quiero decir, que lo mismo podrían haber dicho los romanos que escribían en piedra (vamos, yo tengo entendido que los hubo, o puede ser un lavado de cerebro de Astérix y Obélix). He oído a mucha gente decir: «Ahora nos mueve la comodidad, el tener todo más fácil, etcétera.» Y en cierto modo tienen razón, pero olvidan que en cierto modo también es la comodidad y el utilitarismo (me estoy yendo un poco, pero vamos a pedalear que es año nuevo) lo que durante la Historia ha movido a muchas personas, y gracias a ellos estamos ahora aquí. En fin, a lo que quiero llegar es a que no debemos preocuparnos. Perdonadme, acabo de releer este párrafo y es imposible seguir la línea de pensamiento, probablemente debido a que entre línea y línea me he pasado dos minutos reflexionando… Ya llego a la conclusión.

Esto es, resumido en un dicho popular: «Lo que no mata, engorda». Si tiene que ser, será; y si tiene que morir, morirá. No es una de esas cosas que cambian y son malas per se (esto en teoría es latín), y si realmente es una mejora, pues la escritura a mano desaparecerá. Nos guste o no, y dejando de lado problemas parmenicoheraclíticos, las cosas cambian. Los hombres crecen, el mundo camina y hay cosas que se quedan atrás. Al fin y al cabo, a todos nos gusta ir a ver museos, ¿no?

Como una bala (pero sólo al principio)

Este fin de semana ha habido unos campeonatos de patinaje sobre hielo en Östermalms IP, a diez minutos andando de casa. Eran campeonatos de velocidad en largas distancias. Había carreras de 500, 1500, 5000 y 10000 metros. Hemos ido un rato a ver qué tal era, y resulta que a esa hora corrían 500 y 1500 metros femenino. Sin querer ofender a nadie, me he quedado un poco decepcionado porque quería ver a los hombres, que, naturalmente, corren más rápido. Sin embargo, ha estado bastante bien.

El patinaje de velocidad, al parecer, es un poco complicado. Los participantes corren inclinados y con las rodillas flexionadas, y van vestidos con estos trajes que se pegan al cuerpo. En la pista, que es circular, hay dos carriles, y cada vuelta los participantes han de cambiar de carril. Así corren las mismas vueltas por dentro que por fuera. También salen desde diferentes posiciones para correr la misma distancia.
Weltcup in BerlinLa salida es muy rápida, y debe cansar bastante, pues después parece que los corredores van resoplando durante el resto del recorrido. Lo más entretenido, desde el punto de vista del espectador, son las curvas. Ahí los patinadores tienen  que ir alternando las piernas, una por delante de la otra, y al empujarse hacia el exterior de la curva hacen un movimiento que da la impresión de que están todo el rato derrapando. Es divertido.

Pero aparte de esto, ya no hay nada más. La verdad es que al cabo de diez o quince minutos ya estaba un poco cansado de verlo, y me hubiese gustado ver algo más… emocionante. Vamos, yo me esperaba ver a quince patinadores corriendo a la vez, tomando las curvas superinclinados y pegándose de tortas para conseguir llegar el primero. No es que el deporte en sí esté mal, pero, hombre, se le podría añadir un poco más de emoción… Si no digo que correr no sea divertido, pero con un ‘espectáculo’ tan flojillo… no me extraña que no haya mucha afición.

Además, los patines son curiosos: son totalmente planos y sólo están sujetos al botín por la parte de delante. Deben de llevar algún muelle escondido, porque cada vez que los patinadores levantan un pie la parte de atrás sube hacia arriba y golpea el botín haciendo sonar un ‘cloc’ que al principio me desconcertaba. Es divertido ver a diez participantes caminando por el hielo y haciendo sonar los patines… ‘cloc’, ‘cloc’, ‘cloc’…

También es divertido ver a los chicos pequeños. En la salida están encorvados en plan profesional pero cuando suena la pistola, salen más lentos que un caracol, y llegan a la línea de meta reventados.

Hasta aquí el post más aburrido por ahora. Sentía la necesidad de escribir algo, pero pararme a pensar tradiciones navideñas o explicar la celebración de Sankta Lucia se me hacía demasiado, así que… si no vuelvo a escribir nada mañana… ¡nos vemos el año que viene!

¡¡¡Feliz Año Nuevo 2013!!!